Los deportes no deberían ser vistos únicamente como una oportunidad de entretenimiento, diversión, esparcimiento, entre otros. Tras ellos hay un gran mundo, no solamente por la gran variedad de disciplinas que propone, que abarca, si no por el trasfondo social que, para algunas personas de manera no muy visible, hay detrás de ellos.
Niños, jóvenes, adultos y, aunque muchos quizás no lo vean así, hasta adultos mayores, cuentan espacios en donde practicar cualquier tipo de deporte y/o realizar una actividad física; y se debería aprender a hacerlo, más que como algo para el entretenimiento o la diversión, con otro sentido más profundo.
Más allá de un momento de euforia, alegría, entre otros tantos sentimientos que los deportes hacen evocar, se debe procurar trabajar por que los deportes sean una alternativa para el cambio social, en vista de que hay diversos factores que lo hacen posible.
Uno de esos factores: la disciplina. Pocas cosas en la vida podrían hacernos adquirir una disciplina como la que el deporte es capaz de infundirnos. Eso sí, como para todo, se necesita el granito de arena por parte de cada uno. Con la disciplina como base sólida se comienza firmemente un proceso de transformación, sea cual sea. La social, por ejemplo.
El deporte es un espacio abierto a cualquier persona; sin duda otro punto a su favor para contarlo como alternativa de cara a generar un cambio social. Si se quiere fomentar un cambio social de carácter positivo, todos los puntos de vista, opiniones e igualmente personas, deben ser tenidos en cuenta, deben estar incluidos. ¿Y adivinen? Todo eso lo promueven los deportes.
Cada deporte o disciplina, promueve algo que a veces las personas olvidamos, y que aunque suena sencillo, es de lo más difícil de promover: los valores, esos que como el juego limpio, el compañerismo, la amistad, la sencillez, la honestidad y muchos más, se ven en cualquier actividad deportiva.
Finalmente, a todo lo ya mencionado, es importante sumar algo: insistencia, novedad e ingenio, factores que no se pueden dejar a un lado. Por todo lo expuesto en esta columna, les dejo la invitación abierta: ¡únete a practicar un deporte!
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