Para nadie es un secreto que la alimentación y la hidratación tienen una influencia fundamental en el deporte responsable, pues es uno de los factores que influye directamente en el rendimiento de cada uno de los deportistas.
La nutrición es uno de los factores más importantes para las personas en general y para los deportistas en particular, la alimentación proporciona la fuente de energía necesaria para llevar a cabo la actividad física.
Una buena alimentación impacta en la fuerza, la formación, el rendimiento y la recuperación.
Aliméntate bien y si haces deporte, aliméntate mejor
Hay muchas formas de alimentarse y es nuestra responsabilidad alimentarnos bien, entregarle o devolverle al cuerpo los nutrientes que necesita para que podamos hacer todo lo que debemos hacer en el día a día.
Los deportistas tienen una doble responsabilidad, pues deben saber la forma correcta de alimentarse y saber elegir los alimentos que sean más convenientes para su salud y que influyan de forma positiva en su rendimiento físico.
Debemos estar atentos a la calidad de estos alimentos y a la cantidad que consumimos, así como el momento del día para cada grupo de alimentos. No es el mismo grupo de alimentos el que se incorpora antes, durante o después de una práctica deportiva o entrenamiento.
Recuerda que el rendimiento deportivo puede verse afectado por la mala calidad de su plan nutricional, el exceso o déficit en la ingestión y el consumo desordenado alimentos, y por supuesto, la hidratación.
Lo que debes saber
Debes consumir una dieta equilibrada y esto se consigue con una alimentación variada, de ella dependerán tus resultados como deportista y la posibilidad que alcances tu máximo rendimiento.
Debes asegurarte dosis proporcionadas de distintos tipos de alimentos, para que, en tu dieta, no falte nada:
- Alimentos formadores de tejidos (predominan las proteínas). Ejemplos: leche y sus derivados, pescados, carnes y huevos.
- Alimentos mixtos (energéticos). Aportan calorías y regulan el metabolismo. Ejemplos: hidratos de carbono (papa, frutas, panes…) y fibras (legumbres, semillas y frutos secos).
- Alimentos reguladores, con predominio de vitaminas y minerales. Ejemplos: verduras, hortalizas y frutas.
- Alimentos energéticos. Predominan los lípidos y grasas. Ejemplos: cereales (pasta, pan, maíz…), azúcares, aceites y mantecas.
Con lo anterior queremos dejar claro que, si consumes los alimentos pertenecientes a un solo grupo, podrías padecer las consecuencias de un déficit nutricional, de ahí la importancia de tener una excelente información acerca de nuestra alimentación.
Lo que consumes antes y después del ejercicio predomina en la nutrición deportiva. Esta comida debe ser rica en carbohidratos, baja en grasas y moderada en proteínas. Los carbohidratos son la principal fuente de energía que requiere el ejercicio, y las proteínas ayudan en el crecimiento y la reparación muscular.
Hidratación
Una buena hidratación es indispensable para el mantenimiento del equilibrio y buen funcionamiento del organismo. Es necesario que prestes mucha atención a la cantidad de líquido que consumes, antes, durante y después de un ejercicio físico de consideración. Te conviene beber bastante agua, al menos, dos horas antes de realizar un gran esfuerzo.
Durante la práctica de un deporte, te aconsejamos tomar agua en pequeños sorbos, cada diez o quince minutos. Y ten en cuenta que es igual de importante hidratarse adecuadamente después del ejercicio.
No olvides que una nutrición deportiva implica un conjunto de hábitos saludables que, si se adoptan, pueden mejorar tu vida. Seguir una dieta equilibrada requiere de fuerza de voluntad, disciplina rigurosa y mucho esfuerzo, que se verá compensado por el buen rendimiento físico y los resultados óptimos que logres.
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